En la lectura de la semana pasada de Judith Butler se trató lo siguiente: en todas las manifestaciones se reúnen cuerpos,
éstos se mueven y se expresan juntos y reivindican un espacio específico como
espacio público. La autora sostiene que no es posible plantear la reclamación
de moverse y reunirse con libertad sin estar ya en movimiento y en contacto con
otros. “La acción humana depende de todo tipo de apoyos, siempre es una acción
apoyada (Butler, 2012)”. Es evidente que no sólo hay una lucha para definir que
será el espacio público, sino también una lucha en contra de la privación de
derechos, la invisibilización y el abandono. Esto genera un problema, ya que no
podemos actuar sin apoyos y, al mismo tiempo, tenemos que luchar por los apoyos
que nos dan la oportunidad de actuar.
Butler
menciona que el “verdadero” espacio se encuentra “entre la gente”, esto
significa que toda acción se lleva a cabo en algún lugar y también forma un
espacio que pertenece a la alianza en sí misma. Arendt afirma que la política
necesita un espacio de aparición, es decir, el espacio donde yo aparezco ante
otros como otros aparecen ante mí. En este espacio, las personas dejan de ser
únicamente otro ser vivo y hacen su aparición de forma explícita. La acción
siempre es y será corporal, incluso en sus formas virtuales. Arendt sostiene
que el espacio de aparición no siempre existe ya que algunas personas quedan
excluidas porque no emerge en el espacio de aparición. Al exponer esto, Butler
se plantea la siguiente pregunta: ¿cómo encontrar sentido a quienes quedan
fuera de la pluralidad que actúa?
Si
se intentara abordar la exclusión como problema político no se podría decir que
las personas excluidas no aparecen, que carecen de “realidad” o que no ocupan
un lugar social o político. Es importante mencionar que, según la autora, el
derecho nace cuando se ejerce y es ejercido por aquellos que actúan en alianza.
Cuando se ataca al cuerpo se ataca al derecho en sí mismo porque lo que ejerce
el cuerpo en la calle es el derecho.
Los
cuerpos son modalidades de poder, interpretaciones encarnadas que están
vinculadas a una alianza de acción. Por un lado, los cuerpos son productivos y
performativos. Por otro lado, sólo pueden perdurar y actuar con el apoyo de
entornos, de la alimentación, del trabajo, de la sociabilidad y pertenencia.
Arendt dice que cuando actuamos generamos el espacio de política, sin embargo,
es importante pensar acerca del espacio que actúa sobre nosotros, incluso
cuando actuamos en él o cuando nuestras acciones (ya sean plurales o colectivas)
dan lugar a ese espacio. Cuando aparecemos a alguien, nuestra aparición debe
ser registrada por nuestros sentidos y por los de las otras personas.
Somos
cuerpos orgánicos y necesitamos el apoyo de un mundo social para poder
sobrevivir. Esto quiere decir que dependemos de las relaciones sociales y de
las instituciones que atienden las necesidades básicas de alimentación,
refugio, protección contra la violencia, etc.
Para
finalizar, Butler menciona algo sumamente interesante, afirma que las escenas
callejeras se hacen políticamente potentes únicamente cuando tenemos una
versión visual y sonora de la escena en directo, de modo que los medios de
comunicación no se limitan a informar la escena, sino que forman parte de ella
y de la acción. Creo que es importante retomar este punto ya que los medios de
comunicación son una herramienta que pueden apoyar o devaluar una acción
completamente. A través de estos medios las personas que no están implicadas
directamente en el espacio de aparición pueden presenciar el movimiento de
alguna masa. Esto puede ser un beneficio o un peligro ya que si la información
que es presentada a través de los medios es manipulada, las personas que no
estén informadas adecuadamente acerca de la ideología del movimiento que está
en juego pueden generar una idea u opinión que aleje su presencia o
participación. Por otro lado, creo que el hecho de que las personas noten la
manipulación mediática los invita a formar parte de algún movimiento y
acercarse a conocer la ideología que defiende.
Como
menciona Butler, creo que es importante entender al ser humano como un ser que
necesita relacionarse y socializar y no enfocarnos únicamente en encontrar la
dignidad humana de forma individual, ya que la acción depende de la igualdad y
a partir de esto se establece el principio de igualdad. La libertad no surge de
forma individual sino que sucede como relación entre toda una multitud. No hay
ser humano que pueda ser humano sin actuar en conjunto con otros y en
condiciones de igualdad.
Referencia:
Butler, J. (2012). “Cuerpos
en alianza y la política de la calle”. En revista Transversales, no. 26, junio 2012.
Una síntesis muy precisa de la lectura Dalia, gracias. ¿Has tenido oportunidad de cotejar en la calle lo que nos expone Butler?
ResponderEliminarButler siempre representa una figura de reflexión. Es cierto lo que plantea con su noción de espacio de aparición. La política y la comunicación necesitan espacios (físicos) en los que surgir. En ese sentido, las calles se convierten en el espacio principal de disputa. Representan cuestiones previas al discurso. Lo vimos también con Pablo. La comunicación y el pensamiento tomaron la forma de la calle, de la casa, del café. Ocurrió así, y no al revés.
ResponderEliminarSin lugar a dudas quedan varias interrogantes. ¿Es posible hacer movimientos sociales desde la Red? ¿No es necesario poner en juego partes esenciales de nuestra identidad para comprometernos con un movimiento? Resulta curioso que sea Butler la que nos despierta estas dudas, pues ha sido precisamente ella (¿?) la que ha abogado por políticas no identitarias.