El vaivén de la realidad
La
información es tan importante en nuestra vida diaria, aunque nuestros medios de
comunicación sólo nos hace entender una realidad impuesta. Ya que todo se
vuelve canal de información (no ocupa espacio, pero sí lo quita) y su
creatividad se relaciona con la Televisión y el poco pensamiento.
En
la actualidad como personas realizamos cosas que vemos como “normales” aunque
son realmente publicidad que afecta nuestro pensamiento ya que sólo
relacionamos lo que realizamos continuamente sin realmente analizarlo (por
ejemplo, gasolina al automóvil, cerveza a la garganta y noticias al cerebro).
Cada
uno de los espacios del espíritu colectivo logra privatizarse, ya que nos logra
vender esa idea de: es la única realidad posible, universo completo,
conocimiento total, etc.
Cada
espacio suele tener su propio mundo. Al momento realizar o decir cosas
continuamente estas pierden su importancia. Por ejemplo, las tradiciones se
cumplen solo por significado y el
sentido de la comunidad. Como el pasar tiempo con la familia uno llega a
pensar: “Ahora a pasar tiempo con ellos.
Aburrirnos juntos, pero muy unidos”.
La búsqueda
de salir y conocer otras cosas suele ser difícil, ya que volvemos a caer en
nuestro propio discurso. (nuestro mundo, pensamiento, etc.) El caer en el creer
o simpatizar con algo impuesto o publicitado, sólo significa privatizar tus
propios pensamientos.
“La
ideologización es el proceso mediante el cual una realidad pública, dura e
informática le quita espacio a una realidad más privada, blanda y
comunicativa.” Esto menciona el autor ya que esta acción te hace pensar que
vales sólo por que perteneces a un mundo creado.
Como
es el caso del feminismo, que hace creer que las mujeres también pueden jugar
el rol de los hombres en igualdad. Creando así, una mayor masculinización de la sociedad, quitándole espacios a la
feminidad.
Otro
ejemplo es el automóvil que acelera la velocidad, pero atasca la comunicación
de la sociedad, aquí es importante
mencionar el uso de medios más sociables como bicicletas, zapatos, distancias
cortas, entre otras, que suelen ser espacios que te hacen sentir lo que haces,
piensas y dices. Pasar de la zona privada a la zona pública de la calles,
consiste en convertir las calles en plazas.
Los
espacios públicos suelen ser espacios de nuevos pensamientos, ideas y
argumentos en los que se busca compartir el espacio individual para crear un
espacio colectivo. La importancia de tomarse el tiempo en mirar y observar las
cosas con más determinación, nos hace pensar en nuevas ideas que podrían
realizar ahí de manera social.
Bibliografía:
FERNÁNDEZ CHRISTLIEB, Pablo (1991). “El vaivén de la realidad”. Pág 80-106. El Espíritu de la calle. Psicología política de la cultura cotidiana.
Barcelona/Querétaro: Anthropos/UAQ, 2004.
¡Mucha cerveza a la panza!
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