martes, 30 de septiembre de 2014

Tengo mil amigos pero no conozco a ninguno.

Los medios de comunicación han formado una parte importante de la historia y es que han permitido la difusión de información y han sido el campo para que se den diversos movimientos sociales debido a la influencia que tienen sobre las personas.

La tecnología nos ha facilitado el contacto con otras personas y el poder portar documentos o noticias sin la necesidad de levantarnos del sillón pues actualmente se puede encontrar casi todo en internet, y eso nos ha llevado a ser espectadores del mundo sin tener que viajar a ningún lado, o ser incluso espectadores de la vida de otras personas sin convivir día a día con ellas.

Por desgracia esta información no es para todos pues es necesario contar con algún dispositivo electrónico ya sea lap top, smart phone, etc. para poder estar comunicandonos todo el tiempo a traves de las redes sociales las cuales han tenido un gran impacto en la sociedad y en los movimientos que se ha dado estos ultimos años.


En las redes sociales todo el mundo dice "la verdad" y es debido a que las redes sociales te solicitan que seas sincero respecto a tus datos personales, gracias a estos datos te será posible encontrar personas cercanas a ti, o que al menos tengan tus mismo gustos.

Es aquí donde tu seguridad como usuario desaparece pues la exigencia de datos personales llega al punto de preguntarte ¿Qué estas pensando?, esto puede ser útil si sabes como ver y usar esta herramienta, ¿pero que pasa con todas aquellas personas que utilizan las redes sociales como diario personal?

Constantemente buscamos la aceptación de otros en la red y en muchas ocasiones impresionar a los demás sin importar que nuestras fotos y nuestros datos muestren algo que quizá no seamos; la busqueda de  la fama se da constantemente en esa busqueda de likes en los estados o en nuestras fotos.


Si en nuestro perfil de facebook por ejemplo nuestra foto no es buena la cambiamos por una en donde nos veamos bien y agrademos a los de más, nos amistamos con personas parecidas a nosotros con casi los mismo gustos y nos comportamos en la red social como nos describimos en esta.





Constantemente buscamos ser aceptados por lo demás y es por eso que nuestras publicaciones van de acuerdo no solo a nuestra forma de pensar si no a la forma de pensar de los demás.

Por alguna razón se ha llegado al punto en el que nos mentimos a nosotros mismos (en algún momento) pues más de una vez (estoy segura, no mientan! ) hemos hecho publicaciones que ni nosotros mismos nos creemos, en donde dices estar en el mejor lugar del mundo y en lugar de disfrutarlo te dedicas a publicarlo, por que realmente lo único que te importa en ese momento (aun que sea inconscientemente) es que después podrás checar tu perfil y te darás cuenta que tienes una vida increible incluso si no en el momento no lo sientes así.

La mentira en facebook y en otras redes sociales es constante por que nadie asegura que las personas sean quienes dicen ser, por que este medio se ha utilizado para atraer e impresionar.

La misma red nos ha vuelto consumistas y al mismo tiempo nos ha convertido en un objeto comerciable, nuestros datos ya pueden tener un valor económico (no solo moral), nuestra información ya no es personal. ahora es publica y puede ser utilizada en nuestra contra o para fines diferentes a lo que nosotros deseamos.

Es por esto que para sacar el mayor provecho de este medio de comunicación es necesario conocerlo y aprender a usarlo de una manera objetiva, y por que no también recreativa siempre y cuando sepamos que es a lo que nos atenemos al usarlo.


IPPOLITA (2012) En el acuario de Facebook. El resistible ascenso del anarco-capitalismo. Madrid: Enclave de Libros. Primera parte: Tengo mil amigos pero no conozco a ninguno.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Los cuerpos en Alianza por un objetivo en común...


Los cuerpos en Alianza por un objetivo en común... 


Todas las manifestaciones siempre tienen un rasgo en común: se congregan cuerpos en un espacio público. Sin embargo, esto presupone que el espacio público ya esta ahí y que es reconocido como tal, pero no es así. Cuando se reúnen estos cuerpos en manifestaciones públicas se pelea por este espacio para poder darse a conocer. No se puede plantear la idea de moverse y reunirse libremente sin estarlo haciendo con otros, los lugares como plazas, calles, etc. No son solo lugares de acción  sino que pertenecen a la teoría sobre la acción pública y corporal que podamos proponer. Además, la acción humana siempre va a depender de todo tipo de apoyos sean materiales o de personas. Nos dice que la “Polis” no es su ubicación física sino el conjunto de personas que surge con una idea o un propósito. Es decir, el verdadero espacio es donde se encuentra “la gente”, no es tan ligado a la localización sino al espacio donde la gente se junta con una acción y un discurso.


Si hay un cuerpo en la esfera pública, es masculino y sin soporte alguno, presuntamente libre para crear, pero que no ha sido creado. El cuerpo de la esfera privada es femenino, envejece, extranjero, infantil y pre-político” (Butler, 2012) Esta parte de la lectura me llamó mucho la atención, ¿por qué? Porque seguimos viendo como los hombres siempre son los que toman el poder o hacen acciones a favor a sus intereses. Pocas veces vemos mujeres en la esfera pública luchando por lo que creen (A menos que sean feministas) pero realmente son muy pocas, todo lo que la mujer dice o cree siempre suele quedarse en lo privado, en charlas de café, de amigas, etc. Pero nunca tratando de expresar su opinión en público. Lo que quiere plantear la lectura es que el cuerpo como tal es fundamental, es necesario que estos se reúnan con un objetivo y no es “el lugar” sino “las personas” aunque suene muy repetitivo pero es lo que realmente quiere hacer énfasis la lectura.


Anteriormente vimos un video que podía explicar este tipo de reunión de personas con un fin común (Sinceramente no recuerdo el nombre, si puede alguien ponerlo en los comentarios se los agradecería) ahí nos podemos dar cuenta de esto. Si, efectivamente existe un lugar, una plaza, una calle, etc. Donde se empieza a reunir las personas pero lo que realmente da fuerza a esa masa es la voluntad de las personas reunías en “cuerpo” por un mismo fin, aunque las ideas pueden variar de igual manera están “ahí”, en “físico”. El cuerpo nos da una identidad como personas nos hace que los otros nos vean de forma física. El ser humano es por naturaleza un ser social por eso siempre va a depender de otras personas para cualquier cometido y, cuando un grupo de personas se juntan, siempre tendrán más poder y pueden hacer valer sus deseos si se mantienen firme en lo que piensan y en donde están parados. En este caso contra el gobierno o cualquier injusticia que se este presentando en cierto lugar; puede ser interno o puede ser un problema a nivel mundial.

Ana Cristina Velasco Ceceña

Bibliografía:

BUTLER, Judith (2012). "Los cuerpos en alianza y la política de la calle".  En revista Transversales, no. 26, junio 2012.

Cuerpos en alianza y la política de la calle

En la lectura de la semana pasada de Judith Butler se trató lo siguiente: en todas las manifestaciones se reúnen cuerpos, éstos se mueven y se expresan juntos y reivindican un espacio específico como espacio público. La autora sostiene que no es posible plantear la reclamación de moverse y reunirse con libertad sin estar ya en movimiento y en contacto con otros. “La acción humana depende de todo tipo de apoyos, siempre es una acción apoyada (Butler, 2012)”. Es evidente que no sólo hay una lucha para definir que será el espacio público, sino también una lucha en contra de la privación de derechos, la invisibilización y el abandono. Esto genera un problema, ya que no podemos actuar sin apoyos y, al mismo tiempo, tenemos que luchar por los apoyos que nos dan la oportunidad de actuar.


Butler menciona que el “verdadero” espacio se encuentra “entre la gente”, esto significa que toda acción se lleva a cabo en algún lugar y también forma un espacio que pertenece a la alianza en sí misma. Arendt afirma que la política necesita un espacio de aparición, es decir, el espacio donde yo aparezco ante otros como otros aparecen ante mí. En este espacio, las personas dejan de ser únicamente otro ser vivo y hacen su aparición de forma explícita. La acción siempre es y será corporal, incluso en sus formas virtuales. Arendt sostiene que el espacio de aparición no siempre existe ya que algunas personas quedan excluidas porque no emerge en el espacio de aparición. Al exponer esto, Butler se plantea la siguiente pregunta: ¿cómo encontrar sentido a quienes quedan fuera de la pluralidad que actúa?
Si se intentara abordar la exclusión como problema político no se podría decir que las personas excluidas no aparecen, que carecen de “realidad” o que no ocupan un lugar social o político. Es importante mencionar que, según la autora, el derecho nace cuando se ejerce y es ejercido por aquellos que actúan en alianza. Cuando se ataca al cuerpo se ataca al derecho en sí mismo porque lo que ejerce el cuerpo en la calle es el derecho.
Los cuerpos son modalidades de poder, interpretaciones encarnadas que están vinculadas a una alianza de acción. Por un lado, los cuerpos son productivos y performativos. Por otro lado, sólo pueden perdurar y actuar con el apoyo de entornos, de la alimentación, del trabajo, de la sociabilidad y pertenencia. Arendt dice que cuando actuamos generamos el espacio de política, sin embargo, es importante pensar acerca del espacio que actúa sobre nosotros, incluso cuando actuamos en él o cuando nuestras acciones (ya sean plurales o colectivas) dan lugar a ese espacio. Cuando aparecemos a alguien, nuestra aparición debe ser registrada por nuestros sentidos y por los de las otras personas.

Somos cuerpos orgánicos y necesitamos el apoyo de un mundo social para poder sobrevivir. Esto quiere decir que dependemos de las relaciones sociales y de las instituciones que atienden las necesidades básicas de alimentación, refugio, protección contra la violencia, etc.
Para finalizar, Butler menciona algo sumamente interesante, afirma que las escenas callejeras se hacen políticamente potentes únicamente cuando tenemos una versión visual y sonora de la escena en directo, de modo que los medios de comunicación no se limitan a informar la escena, sino que forman parte de ella y de la acción. Creo que es importante retomar este punto ya que los medios de comunicación son una herramienta que pueden apoyar o devaluar una acción completamente. A través de estos medios las personas que no están implicadas directamente en el espacio de aparición pueden presenciar el movimiento de alguna masa. Esto puede ser un beneficio o un peligro ya que si la información que es presentada a través de los medios es manipulada, las personas que no estén informadas adecuadamente acerca de la ideología del movimiento que está en juego pueden generar una idea u opinión que aleje su presencia o participación. Por otro lado, creo que el hecho de que las personas noten la manipulación mediática los invita a formar parte de algún movimiento y acercarse a conocer la ideología que defiende.  


  
Como menciona Butler, creo que es importante entender al ser humano como un ser que necesita relacionarse y socializar y no enfocarnos únicamente en encontrar la dignidad humana de forma individual, ya que la acción depende de la igualdad y a partir de esto se establece el principio de igualdad. La libertad no surge de forma individual sino que sucede como relación entre toda una multitud. No hay ser humano que pueda ser humano sin actuar en conjunto con otros y en condiciones de igualdad.
Referencia:

Butler, J. (2012). “Cuerpos en alianza y la política de la calle”. En revista Transversales, no. 26, junio 2012.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Ciberfeminismo, Redes y Activismos Virtuales.

Este sábado 20 de septiembre, se llevó a cabo la conferencia “Ciberfeminismo, Redes y Activismos Virtuales” en el espacio feminista “Cuerpos Parlantes”, dirigida por Cristina Castellano, Doctora en Artes y Estudios Culturales por la Sorbona, Paris. Sus principales líneas de estudio e investigación oscilan en temas como cultura, lenguaje, género y ambiente digital.

La conferencia buscaba crear diálogo y debate entre los asistentes acerca de situaciones que no suelen hacerse visibles dentro de nuestros discursos. Se problematizo la relación entre los espacios virtuales y las iniciativas feministas, así como la incidencia política que ha tenido Internet en la concepción de los movimientos sociales.



Internet.

Internet es “un espacio poco legislado” como explica Cristina. A pesar de su gran incidencia en todos los ámbitos de nuestras vidas, no debemos olvidar que el Internet es un fenómeno aún joven, cuyos estudios apenas están empezando a generarse. En ese sentido no es algo fijo, sino que es un espacio dinámico y experimental, cuyo potencial (para bien o para mal) aún no ha sido del todo definido. Gracias al Internet, las barreras y obstáculos de comunicación para la ciudadanía han desaparecido, y se ha permitido un empoderamiento de la gente que antes no era posible.

En la red se rompe la “Jerarquía de Saber” que postulaba Foucault. No hay quien defina que sería un conocimiento especializado y que no. No hay filtros de lo que se publica. El Internet se ha convertido en el nuevo café desde una concepción urbana como la que presenta Fernández Christlieb en el “Espíritu de la Calle”, sin especialistas, sin expertos en nada o en todo. Es un espacio donde todos pueden hablar de lo que quieran.

Movimientos Sociales.

En los últimos años ha surgido una distinción en los movimientos sociales. Por una parte tenemos los movimientos sociales que salen a la calle, y que tienen incidencia política, y por otro, tenemos los movimientos virtuales, en donde participan los llamados “militantes en pantuflas”, aquellos que desde sus computadoras, en anonimato, usan la red para crear movilizaciones.

Esta segunda categoría, los movimientos virtuales, son blanco de muchas críticas. A quienes participan se les acusa de individualistas, de esconderse en su anonimato. Se dice, en sentido peyorativo, que estos movimientos tan solo causan micro-movilizaciones, o que se vuelven virales pero sin transmitir en realidad ningún contenido o mensaje relevante.



Esto da para mucho debate. Por una parte se puede argumentar que el anonimato no es un defecto, sino al contrario, es una cualidad que puede llegar a tener bastante incidencia política. O lo opuesto, alguien puede argumentar que por el anonimato la gente no se compromete verdaderamente al movimiento. Judith Butler explicaba que en el cuerpo se juegan los aspectos fundamentales de nuestra identidad, y que por lo tanto, si se quiere tener incidencia política, hace falta salir a la calle a presentar el cuerpo.

Por otra parte, Cristina toca un punto muy relevante en su conferencia al decir que en los movimientos virtuales resulta más fácil crear redes significativas con otras personas del movimiento. Mientras estas en Internet te puedes poner en contacto fácilmente con gente que de otra manera no conocerías. En cambio, en un movimiento que está ocurriendo en la calle, completamente dinámico, la gente constantemente desaparece. Estas dentro de una masa, conoces gente, pero después no la vuelves a ver. Y por lo tanto, no surge una relación. Tenemos ahí una ventaja del movimiento virtual por sobre el movimiento de la calle.

Ciberfeminismo.

El ciberfeminismo aparece como respuesta al pesimismo de las feministas de los años 80. Surge la necesidad de un empoderamiento de las mujeres hacia la red, y hacia todos los espacios virtuales que están surgiendo. En la conferencia se mencionaba que eso de que las mujeres le tienen miedo a la tecnología es un mito que busca alejarlas de estos nuevos espacios que están surgiendo. Es una articulación de miedo patriarcal.


Pero ante todo, el ciberfeminismo surge porque los defectos del patriarcado se siguen replicando en la red. Los discursos misóginos se han multiplicado en Internet, y se han transmitido de la misma manera. Las nuevas tecnologías, lejos de usarse como instrumentos de emancipación, se han utilizado como nuevas formas de control.

En la red abundan páginas y movimientos que tienen como objetivo principal una deslegitimización sistematizada del feminismo. Incluso en las páginas más comunes nos podemos encontrar día a día con críticas y burlas hacia el feminismo, que lejos de buscar crear diálogo, están intentando ridiculizar sus postulados o simplificarlos hasta que resulten absurdos. Por eso mismo, la agenda feminista debe tener en la mira los espacios virtuales, y encontrar maneras de incidir políticamente en éstos, de una manera diferente a como lo hace en la calle. Solo así se podrán crear espacios donde las feministas puedan hablar de su propia experiencia, ellas mismas, en lugar de que otros hablen por ellas. 

lunes, 15 de septiembre de 2014

PSICOLOGÍA POLÍTICA iteso: Introducción a la masa social


Introducción a la masa social
(Por Chats) 

“I am he as you are he as you are me and we are all together…”
-Yo soy él, como tú eres él, como tú eres yo y estamos todos juntos-.  

            En el año de 1967, John Lennon –célebre ex-integrante de The Beatles y uno de los nombres propios de la Invasión Británica, movimiento musical que se dio en la década de los sesenta-  escribió la canción «I Am The Walrus» (“Yo Soy La Morsa”), la cual formó parte del álbum Magical Mystery Tour.  Un tema que, sin duda, vale la pena disfrutar. No hay que romperse la cabeza tratando de entenderlo. El propio Lennon llegó a comentar que había muchos sinsentidos dentro del mismo. Lo que se pretende destacar –o bien, rescatar- aquí es la primera línea de la letra: Yo soy él, como tú eres él, como tú eres yo y estamos todos juntos.

El ser humano es, fuera de toda duda, un ser social; la criatura más social de entre todas las que habitan el planeta tierra. No hay motivo ni razón para verlo de otra manera: estamos “condenados” a vivir juntos (pero no revueltos, ¿o si…?). Nacemos, crecemos, vemos “En Familia con Chabelo”, nos desarrollamos, nos casamos, nos reproducimos, maduramos acaso un poco más, y nos vamos sin más. Todo, en la ecuación del ciclo de la vida, está intersecado por más de una variable. True Story. Es decir, una variable, que puedo ser “yo”, (o “tú”, si así lo prefieres), va a hacer contacto o colisionar con otra variable, y va a relacionarse y/o reaccionar en consecuencia de este cruce con la misma (que puede ser bien o “tú”, o “yo”, dependiendo, claro, de a quien le hayas atribuido el rol de la primera variable en cuestión que siempre, “de ley”, estará ahí). Por más que a veces nos podamos empeñar en vivir “juntos separados”, somos parte de la masa




Nos sabemos parte de un proceso constante e incesante de socialización, a partir del cual interpretamos nuestra realidad, nos adaptamos, convivimos y sobrevivimos. El entorno y el momento nos influyen, pero los demás. El tema de las masas sociales es, invariable y consecuentemente, imprescindible para el estudio de lo social. Han dicho que “tres son multitud” y he escuchado también que “dos ya se pueden considerar una masa”. Desde la Beatlemanía (¡Wooo!), pasando por los seguidores del Atlas (aunque ganen… y lo digo de la manera más respetuosa, me incluyo), hasta los “Beliebers” (I´m out…), es un fenómeno circular en los tiempos, los espacios y los cuerpos, una réplica de… Es que puede ser de cualquier cosa, ya sea que nos empuje a la clase a persuadir al profesor de faltar el día del puente, o bien, que nos encamine hacia algo más trascendental.

Gustave Le Bon (1962) define masa como un "conjunto de individuos de cualquier clase... independientemente de los motivos que los reúnen”. Fernández Christlieb (2010) es un poco más rimbombante y divertido en su definición:

Masa: Conglomerado de gente que en un momento dado, por las razones que sean, los individuos pierden sus características particulares, se salen de sí, de sus cabales, quedan fuera de quicio y pierden su inteligencia, su razonamiento, su cultura, su educación, se desindividualizan, y a cambio de eso, brota entre todos una entidad psíquica colectiva dominada más que nada por la afectividad y la emocionalidad que actúa por sí misma independientemente de los individuos ahí ausentes.
                        
 (Fernández Christlieb, 2010).

Los dos autores plasman acepciones en común, aunque con palabras un poco diferentes. Le Bon habla de “la masa psicológica”: un alma colectiva. El individuo, al pasar a formar parte de la masa, piensa y siente como la misma. Fernández, quien habla de un proceso de desindividualización en su concepto, también la termina asemejando, pienso yo, a una Little Caesar´s: “Hot-N-Ready”. Y es que quizá sea esta la característica más particular de la masa, que dentro de ese cuerpo que se va hinchando y menguando a relativo placer, la amenaza de explosión y acción está latente, pues ese elemento emotivo tiene al individuo inconsciente de sí pero despierto junto con los otros, sin saberlo ni entenderlo a veces, con el cuchillo entre los dientes.

Parece prácticamente imposible que no nos pongamos jarcors en un concierto de Molotov o de Cartel de Santa. Reflexionando (y no es que yo haya ido ya a una presentación de ellos) la verdad es que en el momento, estando ahí, uno ya no piensa tanto, o no piensa: te entume el ambiente, te abandonan los sentidos, pulsas al ritmo de los otros cuerpos y te tumba lo que sigue y lo que resta. Puede ser la presión por lo que debe ser, que en aquel momento se torna envolventemente, y en mayor o menor medida, literal. Todos los que hayan ido a algún lugar porque los hace vibrar, porque los mueve y los motiva, saben de la cautividad de la que hablo. Un concierto, un partido de fútbol, una marcha en el Zócalo…

La masa puede presentar modificaciones en su química y su física, son camaleónicas: se funden, se adaptan y evolucionan con la humanidad y el contexto. Los medios disponibles pueden vislumbrar un esbozo del comportamiento de una masa. Pasó en los cincuentas con el incipiente televisor y la radio, que ellas sucumbían por tocar la mano de Elvis, y ellos, por verse como él para con suerte emanar su mismo efecto magnético; a principios de los sesentas, a través de la sofisticada arma de la mercadotecnia, las y los jóvenes se volvían locos por un mechón de cabello de Paul McCartney (¿neta? Neta.).  Hasta los jóvenes de hoy, que se amontonan cada fin de semana frente al televisor para presenciar las brillantes narraciones del Dr. Campos y el Dr. García, sin saberlo, ya conforman masas virtuales, sin estar todos juntos. Cada quien en su casa, desde la distancia, pero conectados en las redes sociales, comparten la euforia que producen las barbaridades de estos señores.



Una línea desde la cual pensar las masas, como se comentó en clase, es su composición y características, una vez dado un concepto del cual partir. ¿Se puede encontrar la ambivalencia? La homogeneidad y heterogeneidad dentro de una masa son… relativas, siendo concluyente que la masa es homogénea en cuanto al unísono. Fernández lo denomina “ley de la unidad mental de las masas”. Las sensaciones, sentimientos y pensamientos confluyen en uno solo. Ahora bien, de la misma forma menciona el autor que "una vez transcurrida la tormenta, se recupera el carácter normal". Esta idea nos puede llevar a otra más profunda, que es la masa como… ¿Cómo qué puede quedar la masa en lo estricto de lo social? Si se sale de ser un fenómeno descentralizado, ¿sigue siendo masa? Como en todos los grupos y conjuntos, el granito en el arroz es una posibilidad, y aquí puede tornarse en factor condicionante de lo conduzca al grupo y lo que este produzca. El papel de un individuo puede ser “neutro” hasta que uno se erige líder. De entrar en un proceso de institucionalización, se aleja de su  naturaleza para convertirse en algo más, con estructura, con organización. Entonces, ¿la masa carece de ambos?

¿Cuál es el poder de las masas? La motivación y el poder de las masas

Hace falta repensar la forma y el fondo. La forma de las masas… cambiar. Es un punto de reflexión. Pero el fondo… creo que siempre responde a la motivación. There´s more than meets the eye. Cuando hay algo tan interiorizado y apreciado por un grupo de individuos, cuando se trata de un ideal por el que se puede dar hasta la vida, la solidez de la masa y su desplazamiento puede tornarse una fuerza inamovible. Las revueltas cuestan mucha sangre, sudor y lágrimas, y a pesar del sufrimiento ahí se mantiene el hombre. El caso del movimiento #YoSoy132 puede ser un buen tema a opinar. Desde agosto del año pasado hasta mayo del presente no se le ha visto nada relevante. Cero. La masa evolucionó de movimiento estudiantil independiente hasta que se levantaron algunas manos y se perdió el rumbo.

Le Bon aborda varias características que, en su punto de vista, pueden ser inequívocamente definitorias de las masas, o por lo menos, de la gran mayoría de ellas: las masas puede presentarse impulsivas, con movilidad, e irritables (check); pueden estar expuestas a la sugestibilidad y ser crédulas; dadas a la exageración y simplismo de los sentimientos, y pueden presentar intolerancia, autoritarismo y conservadurismo, aparte de su componente de moralidad, el cual merece mención aparte. En la delgada línea que separa lo que está bien de lo no está bien (vienen ahora las famosas etiquetas), ¿cuáles son los alcances de una masa, hasta dónde puede llegar, qué se le permite? La razón de ser de una masa puede ser tan amplia y moverse de tal forma en la ambigüedad que… depende. Depende de los valores y la valorización de la masa. Lanzo la pregunta a ustedes. Al haber un corto en la conciencia moral individual y ser toda esta colectiva, ¿qué exige la masa al individuo y cuál es su impacto?



Los tiempos de las masas son pueden ser indefinidos y también difíciles de predecir. Las masas pueden ser o no ser. Pueden amenazar o no un sistema. Creo que lo que interesa más es una masa que sea determinante. “El tránsito”, de  León Siminiani es una pieza que hay que ver otra vez con detenimiento. La rutina de la masa, dictada por “lo natural”, la economía y la producción (“generar producto, descansar para seguir generando”), es una forma de control de las masas (por parte de “los que están en el piso de hasta arriba, del edificio más alto del mundo”), otra ventana o paréntesis para discutir. Hay una “Memoria colectiva” en la que se “ausenta” la memoria colectiva que no tomamos muy en serio por ser parte de lo mismo, de la masa. ¿Hemos de salir alguna vez de la masa? ¿Realmente? “Divertirse, conversar, pensar”…

Las masas responden a intereses… ¿colectivos? ¿En qué medida son realmente colectivos? ¿Corroe? La cuestión gravita entonces en aplicar la chispa adecuada para encender la llama, para lo maravilloso y lo oscuro, como Gandhi o como Hitler. Creo que está fuera de toda discusión que las masas tengan poder para hacer cambios. Como afirma el catedrático español Manuel Delgado: “lo que nos da miedo no es el castigo, sino la responsabilidad de ser libres”.


(Es probable que a Lennon no le pasara por la cabeza todo esto sobre “las masas y su poder” al escribir su rola… Seguro no). (No). (Fin del comunicado).


Referencias Bibliográficas:

Fernández Christlieb, P. (2010). El sueño de las multitudes. (Manuscrito inédito).
Le Bon, G. (1962). Psicología de las multitudes. México: Divulgación.