¿43 Y CONTANDO?
Es muy triste tener los ojos
de otros países en nuestro México, por causas que no nos enorgullecen como
país.
La masacre, dice la antropóloga
mexicana Rossana Reguillo, condensa el poder oscuro de la narco máquina, expone
como pocas veces las relaciones entre el Estado y el crimen organizado y la
desnuda la soberbia de un gobierno nacional que se creyó capaz de gestionar el
horror sin salpicarse.
El hecho de que el pasado 26
de septiembre, México sufrió una pérdida muy impactante para toda la sociedad,
43 estudiantes, jóvenes, el supuesto futuro de México, donde el mismo gobierno
y un supuesto radar con el narcotráfico borraron de la lista de ciudadanos
Mexicanos de un momento a otro.
La noticia ha sido impactante
para el país, para el continente, para el mundo.
¿México se está moviendo? Justicia,
igualdad, respeto y un sinfín de valores más es lo que queremos.
Es una vergüenza, que personas
tan importante como personas de alto rango encargados de los Derechos Humanos,
exijan y den indicaciones a México, y esto es, porque el gobierno no es apto
para controlar y manejar al país.
La ONU exige que se encuentren
a los estudiantes
La Organización de las
Naciones Unidas urgió al gobierno mexicano a incrementar sus esfuerzos para
localizar a los 43 normalistas.
La portavoz del Alto
Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, dijo:
«Estamos preocupados porque continúa la desaparición forzada de 43
estudiantes en el Municipio de Iguala»
¿Cuántos más tienen que morir
para querer un cambio en México?
¿Cuántos más tienen que morir
para hacer justicia?
¿Cuántos más tienen que morir
para abrir los ojos?
Han muerto miles, pero ahora,
si 43 jóvenes estudiantes no fueron suficientes, ¿qué estamos esperando?
Alcemos la voz, gritemos al
mundo entero que estamos inconformes, hagamos ruido, ¿queremos justicia?
Luchemos por ella. No queremos un 43 y contando, ¿o sí?
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