El pasado 8 de octubre de 2014,
asistí a la primera marcha o
manifestación en mi vida. Mis conocidos
constantemente me preguntan ¿Qué te
movió para asistir a esta marcha? Mi respuesta es fácil de
responder, difícil de digerir. 43 desaparecidos
y 8 muertos en Ayotzinapa. También me
motivaron mis maestros, de forma indirecta ya que ellos
me influyeron en que me cuestione continuamente ¿Qué estoy haciendo para impedir que se siga
reproduciendo este sistema?, está pregunta
me la realicé, unas cuantas horas antes de la marcha y la respuesta
fue ir a la marcha.
Estando con tantos cuerpos las
emociones y sentimientos se apoderaron de mí ser, pase por tristeza,
impotencia, coraje, miedo y felicidad
(aunque no lo crean). Me gustaría explicar
cada una de estas sensaciones que experimente:
·
Tristeza porque yo fui a mostrar mi inconformidad con lo sucedido y exigir a
los 43 desaparecidos y al estar ahí me
di cuenta que exigíamos al gobierno mucho más desaparecidos, no solo los de
Ayotzinapa también los de Jalisco y los del resto del país. Fue duro ver las fotografías, sentir la tristeza de la
gente.
·
Impotencia: Me dio mucha impotencia ver la presencia de los militares,
también el ver que somos muchas las personas inconformes con el gobiernos desde
hace muchos años y no hemos podido
cambiar nuestro sistema político.
·
Coraje:
esta fue la sensación que sentí
que la mayoría de la gente transmitía y
sobre todo cuando se gritaba “Fuera Peña nieto”
·
Miedo: Durante la marcha
en varias ocasiones, la gente nos
decía que nosotras podíamos ser las desaparecidas por el simple hecho de ser estudiantes y
estar ahí manifestándonos.
· En cuanto a la felicidad, me encontré con muchos
amigos que no esperaba ver, compañeros y
maestros. Me dio mucho gusto darme
cuenta que tengo personas
en mi vida que son socialmente comprometidas, críticas y reflexivas y de
alguna manera indirecta muchas de estas personas me motivaron a estar ahí.
Al principio tenía miedo de que
fuera una marcha violenta pero al estar ahí me di
cuenta que lo importante es que todos estábamos ahí por una misma causa y que a
pesar de que había distintas formas de llevar la marcha, los que querían
silencio para hacer luto a los desaparecidos y los que n o querían un
minuto más de silencio, había respeto .
Me impresionó mucho que cada grupo cantaba distintas cosas pero
cuando se gritaba ¡fuera Peña Nieto! Los
cuerpos se unían para gritar lo mismo. Otra cosa que me llamó mucho la atención
fue ver a tantas personas mayores y
familias con hijos pequeños.
En lo personal fue una
experiencia muy fuerte, al ver las fotografías
y las pancartas pero al mismo tiempo fue reconfortante ver que somos muchas personas que queremos impedir que esta situación se
repita porque queremos un mejor país donde
se ejerza justicia.
Ahora que han pasado 2 semanas de
la marcha y al ver todos los beneficios que ha traido ya que los países han presionado al gobierno mexicano para que haga algo con respecto a esta situación y me da
gusto saber que se sigue haciendo marcas como la de hoy para que no se
olvide hasta que se haga justicia.
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