Las sociedades crean espacios, pero en ocasiones, estos espacios dejan de usarse con el sentido para el que se habían creado: la convivencia y el intercambio de comunicación. Cuando los individuos trabajan en la ciudad, acaban por configurar su propia vida. Partiendo de esta noción, resulta relevante para nuestros tiempos entender la manera en que los espacios públicos pueden influir positivamente en la vida de las personas, y por ende, llevarlos a una mejor calidad de vida, donde la construcción de la ciudad más comunitaria esté presente. Si bien la ciudad brinda espacios para la intervención, creemos que un espacio donde germinan estas propuestas surgen en escenarios o instituciones donde la comunidad se encuentra en proceso de formación, es por ello que decidimos utilizar el espacio de ITESO para realizar este proyecto.
Parte de la apropiarse y compartir un espacio consiste en que las personas se puedan expresarse y actuar libremente, es por ello que nuestra problemática consistirá en la creación de espacios de denuncias simbólicas, donde las personas podrán detenerse en este lugar para decir qué es lo que les molesta de la institución, cuáles son los conflictos con los que se suelen encontrar, y qué desearían cambiar y por qué. La idea es que puedan expresar su denuncia o queja, ya sea escrita o hablada, para que ésta quede plasmada y poder realizar con ellas una reflexión o expresión de estas denuncias universitarias.
La idea de generar este espacio de denuncia surge a partir de nuestro cuestionamiento sobre la satisfacción que la comunidad acerca de su su universidad, por lo que estas intervenciones pueden dar lugar a nuevos análisis y propuestas de cambio acerca de las
problemáticas que se expresan.
Está muy general el planteamiento de la intervención. Por otro lado, ¿sabemos para qué fueron creados en realidad determinados espacios? ¿Por qué no analizar los efectos de determinadas disposiciones espaciales?
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