CARNE Y PIEDRA
Capitulo 1 "LA DESNUDEZ"
El calor corporal tenia un valor importante ya que se creía que el cuerpo caliente tenia mas fuerza y con ese calor podían actuar y reaccionar. Los hombres se juntaban para gobernar y a la democracia se le daba importancia a partir de la opinión y también al cuerpo.
A partir de la lectura de Sennet "la desnudez" y la platica que se dio en la sesión puedo ver igualdades a partir de que la palabra y el argumento es algo importante, por ejemplo, como la educación en base a la palabra puede cambiar muchas perspectivas. Esta sesión la realizamos a partir de un ágora, así como se realizaba en la época de Grecia lo cual provoco que la palabra del otro se metiera en la mente para producir un argumento.
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ResponderEliminarMe es curioso como muchos aspectos y prácticas del estilo de vida que se vivía en Grecia en aquella época aún se pueden observar en la actualidad, algunos más modificados que otros, pero en esencia se encuentran ahí. Por ejemplo, me llamó la atención el hecho de "la mujer simplemente era ignorada, ya que los griegos la consideraban débil". En esa época la razón era relacionada con la teoría del calor corporal, la mujer era considerada la versión fría del hombre, la catalogaban como inactiva y débil, por lo tanto no podían andar desnudas, tenían que cubrir su cuerpo, vestirse. Solamente aquellas personas fuertes, que leen, hablan y escuchan, podían sentirse dignos como ciudadanos y mostrar su cuerpo desnudo, es decir, los hombres (exceptuando los esclavos). En la actualidad han cambiado algunos de estos aspectos a mayor o menor grado, las mujeres ya leen, hablan, escuchan...pero todavía se hacen señalamientos respecto a las distinciones entre mujeres y hombres en la gran mayoría de las culturas. Es decir, pude observar que hay un influencia y toda una historia detrás de nuestras prácticas en la sociedad, y por lo tanto se encuentran muy arraigadas por las que no se pueden cambiar de un día para otro.
EliminarA partir de considerar que ágora y cuerpo son los elementos de la política, podemos intentar comprender quién se queda dentro y fuera del pensamiento, qué cuerpos, de qué características aparte de los cuerpos femeninos. ¿Qué otras ágoras, aparte de la que eventualmente permite un salón de clase, podemos tomar con el cuerpo?
ResponderEliminarSolemos pensar en la ciudad como un producto del hombre, sin considerar que la relación podría ser vista al revés: el hombre como producto de la ciudad. Bajo esa premisa, nos surge una pregunta, ¿Cómo nos relacionamos, desde nuestro cuerpo, con la ciudad? En clase comentábamos que ya no convivimos con la ciudad a menos que estemos mediados por otro objeto (un auto, un camión, etc.). Incluso ir en bici se siente ya muy vulnerable. ¿Qué dice eso de nosotros mismos?
ResponderEliminarEl espacio público configura las relaciones sociales, y la manera en que se delimita el propio pensamiento. Se trata de espacios de disputa, y de barreras físicas que rápidamente se convierten en barreras mentales. Los atenienses estaban enamorados de la ciudad. Nosotros en cambio solo salimos para consumir (ir a un café, a un bar, etc.), y nos hemos acostumbrado a usar el discurso de espacio público como discurso de propaganda política.
También me pongo a pensar, ¿Qué tanto del espacio delimita los roles de género? Los griegos creían que la mujer era débil, y que eso debía condicionar su relación con la ciudad. Las ciudades de hoy, ¿Qué nos dicen de los hombres y de las mujeres? ¿Qué nos dicen de la noción de género?
Me es muy claro ver como el capitalismo/neoliberalismo como sistema económico se ha adentrado tanto en nosotros que ha llegado ya hasta la ciudad.
ResponderEliminarTodo está inmerso de comercio, los lugares donde la gente se reune no están hechos para eso, están hechos para que la gente vaya y consuma algo.
Los espacios ya no son para las personas en general, los espacios son para los intereses de los vendedores y también de los consumidores, por qué no? pero ya no son vistos como personas, sino como consumidores y vendedores, son vistos solo por ese rol.
Creo que la relación que se da entre nuestros cuerpos y la ciudad nos demuestra que la individualidad reina ante todo.
Estamos en la ciudad pero no "estamos" en ella, es solo como un camino que tenemos que pasar para llegar a algún lugar en el que nos sintamos seguros, con la gente con la que nos sentimos seguros, y no nos fijamos nisiquiera en lo que pasa al rededor de ese camino.
Las ciudades creo yo, están a beneficio del comercio, no de los individuos ni de las relaciones sociales que se pueden dar entre ellos.