jueves, 16 de octubre de 2014

En el Acuario de Facebook


En su libro En el Acuario de Facebook Ippolita (2012) nos platica acerca de la de  “transparencia” que las redes sociales, en este caso Facebook, te vende. Una red social es un espacio virtual en donde un grupo de personas, grupo social se reúne virtualmente para sociabilizar, en un escenario que no necesita existir materialmente para que una interacción pueda llevarse a cabo, lo único que se necesita es disponer de un dispositivo electrónico (celular, tablet, computadora, laptop) para poder acceder a este nuevo campo social.

Lo que las redes sociales nos ofrecen, además de poder sociabilizar con un mayor numero de personas en un mismo tiempo y a una gran distancia es facilitar un “autocontrol” de tu propia imagen en la cual tu decides qué es lo que quieres mostrar a los usuarios “amigos” que son parte de tu red.

Dichos espacios orillan al sujeto a mostrarse ante los demás totalmente abierto (sin barreras), decir siempre la verdad, sin embargo dicha claridad cuenta con la facilidad de controlar tu personalidad abierta. La información que se comparte (así como lo son las fotos, videos o estados de ánimo) se encuentra regulada por el deseo de presumir a los demás qué eres o qué es lo que quieres que los otros crean que eres/tienes, pero el deseo de demostrarle al otro lo que tu tienes pareciera ser más poderoso que la prudencia.

Dar siempre la mejor apariencia de uno mismo termina siendo el objetivo principal, inclusive cuando demuestres o digas sentirte mal., te ves  bien sintiéndote mal, jamás dirás algo que te deje ver en ridículo, sino dirás algo lastimero que atraiga la atención y los “likes” de otras personas.

Cada día existe un mayor número de redes sociales o aplicaciones donde uno mismo va proporcionando toda la información personal que los otros contactos “desean” conocer de ti, por ejemplo Foursquare, en donde también cuentas con un grupo de amigos y donde la funcionalidad de la aplicación reside en mostrarle a tus contactos dónde te has metido; haciendo que la privacidad se vuelva una línea muy delgada, puedes controlar un poco quienes te ven desde tu cuenta, pero no controlas quienes te ven desde la cuenta “ventanas “ de “tus amigos”.

Ippolita (2012) menciona el termino ciber-utopismo, el cual es considerado como un espejismo de una realidad democrática y que no tiene relación alguna con una sociedad abierta liberal o una sociedad revolucionara de individuos autónomos capaces de gestionar un mundo diferente al mundo “real”  que cuenta con dinámicas  autoritarias.

Pareciera que la falta de existencia de un “No me gusta” orilla a las personas a que algo en específico les guste en un determinado momento.  En un espacio donde no se puede visualizar el desagrado referente a algo tal como se visualiza el agrado que podría llegar a generar tiende a volverlo un objeto deseoso y popular, donde en vez de ver  “30 me gusta” y “40 no me gusta” simplemente eres capaz de ver los “3º me gusta”, omitiendo así el rechazo de las personas, obligando poco a poco a que la gente vuelva a pensarlo dos veces y decida por darle un “like” más.

La identidad del sujeto comienza a transmutar en un monstruo que deja de reconocerse como un ser para volverse parte de una comunidad, donde a pesar de manifestar ser libres de ser y comportarse como lo deseen no pueden salirse de la esfera del “me gusta…”, la diversidad no existe, no puede gustare algo que no esté dentro de la comunidad.


 “Si la identidad grupal esta construida sobre la base de sentimientos tan sencillos como un <me gusta>, por un lado es necesario repetir continuamente lo que te gusta y lo que no te gusta; por otro, también hay que conocer en tiempo real lo que les gusta a los demás, para evitar desagradables desviaciones de la identidad que refuerza nuestro sentido de pertenencia”
Ippolia (2012)

Consolidad una identidad que sea aceptada por la comunidad implica un gran autocontrol de sí mismo y de los demás, a diferencia del mundo real, dentro de las redes sociales online las cosas son, no devienen, simplemente algo novedoso llega y transforma todo, simplemente un estado que se e sobrepone al anterior borrándolo sin apelación.

Este Yo de la identidad se torna obsoleto y se ve forzado a una continua actualización que no es continuada o transmitida por alguien más, simplemente lleva a adecuarse al sistema, donde oponerse, criticar o buscar alternativas es imposible. Dicha autoadecuación lleva a seccionar al mundo con una línea, creando realidades separadas y nuevas divisiones que exigen que lo privado se vuelva lo más público posible.

El problema de sumergirse dentro de este mundo virtual es el perderse a uno mismo y perder a los que lo rodean, aquellas personas que no están agregadas al sistema no forman parte de “nuestro” mundo y dejan de ser consideradas para realizar actividades en conjunto, haciendo también que, al excluirlas se excluyan a sí mismas y terminar diluyéndose.

IPPOLITA (2012) En el acuario de Facebook. El resistible ascenso del anarco-capitalismo. Madrid: Enclave de Libros.  

5 comentarios:

  1. Muy interesantes las ideas que expones del libro, Lulú, ¿dónde las verías ejemplificadas?

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    1. un ejemplo seria, retomando el ultimo párrafo que escribo, el hecho de perderse a uno mismo y de perder a los demás, al "encerrarse" en un mundo virtual, así también, sería perderse y perder al otro si sólo nos concentráramos en mantener las relaciones en un espacio totalmente físico, uno de los benéficos que veo yo del uso de las redes sociales es de conocer y convivir con personas que se encuentran a kilómetros de distancia, así como el beneficio de conservar las interacciones físicas te mantiene en contacto con las personas que tienes al lado, podría ser que el ejercicio y posicionamiento del cuerpo en los espacios públicos se traslade también a los espacios virtuales, manifestarse en la calle y aparecer en las redes sociales, politizar con la carne y con nuestros bits.

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  2. Las redes sociales son una gran arma, el problema es que muchas veces no sabemos cómo hacer uso de ellas. No sé si algún día podamos usar el internet como debe ser porque están muchas cosas que se inmiscuyen como: la aceptación por parte de un grupo, el exponer o dar una imagen idealizada de uno mismo a las personas, etc. Y todas esas cosas no nos permiten hacer un buen uso de las redes sociales. Claro, hay personas que no entran en este juego de "quedar bien con la sociedad" pero realmente me atrevo a decir que son muy pocas; la mayoría caemos en el juego de la publicidad, de vernos bien, de ser alguien perfecto para el mundo. ¿Pero realmente somos capaces de complacer al mundo? ... Yo diría que no. Jamás podremos complacer al mundo con todo lo que exponemos porque el mundo siempre exige más y más.

    Excelente entrada :)

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    1. pero qué sería tener un buen uso de una red social? se supondría de en el internet se tiene la total libertad que no se tiene en la vida "real" y por eso es tan atractivo, no?

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  3. me gusta muchisimo tu idea sobre facebook, opino exactamente lo mismo y solo agregaria que aunque seas tu el de ese perfil, que es un tipo de biografia (que de hecho asi se llama la historia de posts, fotos, etc), esta biografia esta "truqueada, filtrada" para solo exponer la parte de nosotros que nos gusta de nosotros y que sabemos que le va a gustar a los otros!

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